Actualmente los efectos del calor han provocado más muertes que otros fenómenos naturales como los terremotos, las inundaciones, los tsunamis y los huracanes, por lo que ya es considerado la amenaza natural más mortífera del planeta, según el reporte SONAR 2025 de Swiss Re, una de las mayores reaseguradoras del mundo.
Aproximadamente 480 mil personas fallecen al año debido al calor extremo, según un informe publicado por Swiss Re Institute. Este fenómeno se intensifica cada vez más a consecuencia del cambio climático y los efectos a la salud ya están siendo visibles. Entre ellos está el agotamiento, la insolación, el colapso de órganos vitales y la exacerbación de enfermedades cardiovasculares y respiratorias
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Las personas más vulnerables ante esta situación son las mujeres embarazadas y las personas mayores de edad, de acuerdo con la revista ContraRéplica.
Debido a la canícula que afecta a gran parte de Europa desde hace unos días, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), señaló que el mundo tendrá que aprender a vivir con olas de calor constantes.
“Como resultado del cambio climático provocado por el hombre, el calor extremo se está volviendo más frecuente, más intenso. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir”, explicó Clare Nullis, portavoz de la OMM.

Las olas de calor adquieren cada vez más fuerza, frecuencia y duración; los episodios van en aumento, volviéndose más largos y severos, tan solo en julio del año pasado, se registraron los tres días más calurosos de la historia, de acuerdo con ContraRéplica.
Clare Nullis señaló que julio es normalmente el mes más cálido del año en el hemisferio norte, sin embargo, olas de calor tan extremo a pocos días de haber empezado el mes, es algo inusual.
El calor a este extremo ya ha comenzado a afectar infraestructuras críticas, como redes eléctricas de telecomunicaciones, en las que las altas temperaturas pueden afectar los sistemas de enfriamiento de los centros de datos, provocar fallos técnicos o dañar infraestructuras esenciales como cables subterráneos, centros de datos y redes eléctricas.
Otros riesgos provocados por este fenómeno son la proliferación de hongos resistentes y tóxicos y el impacto negativo en la salud como resultado del consumo creciente de alimentos ultraprocesados.
El avance acelerado de la inteligencia artificial (IA) es un factor clave que ha contribuido al aumento de estos fenómenos, pues ha aumentado el 60 por ciento en incidentes relacionados con fallos de sistemas, lo que representa un desafío para las aseguradoras al diseñar nuevos productos y cláusulas para este tipo de riesgos tecnológicos.
El calor extremo provoca incendios forestales
El impacto sanitario y legal del calor en esta temporada, también ha sido negativo, pues ha propiciado la contaminación por microplásticos y plásticos, que podrían desencadenar demandas similares a las que enfrentaron el asbesto y el tabaco. Esto representa un área desconocida para las aseguradoras en materia de responsabilidad civil y salud, de acuerdo con Excélsior.
El calor extremo también genera condiciones óptimas para la propagación de incendios forestales, los cuales han causado pérdidas por 78 mil 500 millones de dólares en la última década.
La agencia Swiss Re, ante esta cadena de sucesos, llama a poner mucha más atención al impacto del calor extremo y sus efectos negativos en la salud pública, la economía, la infraestructura y el medio ambiente. De acuerdo con su documento publicado, es urgente realizar una adaptación de los sistemas actuales para resistir eventos destructivos que solo van en aumento.
La Organización de Naciones Unidas debe llevar a cabo alertas tempranas y planes de acción coordinados para proteger a las personas durante estas temporadas, de acuerdo con la OMM.

