CANCÚN, QR.– La temporada de huracanes concluyó oficialmente el domingo en los océanos Pacífico y Atlántico. La fecha marca el fin del periodo activo de formación de ciclones tropicales, que inició el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico.
La temporada de huracanes en el Atlántico finalizó el 30 de noviembre, tras una estación en la que el pronóstico se quedó corto, pues en Quintana Roo no se registraron daños por tormentas ni lluvias; el periodo ciclónico anual estuvo por debajo de la media de 14 tormentas con nombre.
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La única tormenta que alcanzó el Caribe fue Melissa, que se convirtió en huracán categoría 5 y causó daños en Jamaica, Cuba y Haití; fue la más destructiva, al provocar más de 100 muertes y generar pérdidas superiores a seis mil millones de dólares.
Impactos regionales tras la temporada de huracanes
En el Atlántico se registraron los efectos de Barry sobre Tamaulipas y especialmente Veracruz, al ingresar como tormenta tropical y aportar humedad a la región. El comportamiento general fue estable, con la formación de la tormenta Chantal frente a la Costa Este, en una latitud subtropical.
Junio de 2025 se posicionó como el más lluvioso desde 1941, con una precipitación acumulada nacional de 155.5 mm, lo que representó un superávit de 55.7 mm respecto de la media de 99.8 mm del periodo 1991-2020. Le siguió 2024, que quedó en segundo lugar, y 1981, en tercero.
Efectos en las lluvias tras la temporada de huracanes
Las lluvias se normalizaron en el país debido a la amplia formación de ciclones en el Pacífico: Bárbara como huracán categoría 1; Cosme y Dalila como tormentas; Erick como huracán categoría 4, y Flossie como huracán categoría 3, para un total de cinco sistemas nombrados, igual que en 1985 y uno menos que el récord de junio de 2018.

Exceptuando a Cosme, los demás ciclones generaron efectos de lluvia, indirectos en el caso de Bárbara, Dalila y Flossie. Destacó Erick, que impactó en los límites de Oaxaca y Guerrero como el primer huracán categoría 4 en la zona y el de impacto más temprano, lo que redujo la sequía con rapidez.
Más del 80% del territorio nacional registró condiciones más húmedas de lo habitual en 26 entidades. Guerrero tuvo su junio más lluvioso, seguido del Estado de México, Morelos y Veracruz; Colima, Michoacán y Tamaulipas quedaron en tercer lugar. En contraste, Coahuila y gran parte de la península de Yucatán registraron condiciones secas.

