CANCÚN, QR.- El Hanal Pixán o Fiesta Maya de las Ánimas no sería lo mismo sin uno de los platillos favoritos que para estas fechas se elabora en la región: el pib o el mucbipollo.
Del tamal originario de Yucatán, su receta ha pasado de generación en generación, como en el caso de Deysuki Conrado que como cada año ofrece el pib que aprendió a realizar con la receta de su abuelita originaria de Chumayel, Yucatán en el Mercado 23.
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“Esta es una tradición que mi abuelita dejó y que la enseñó a mi mamá, es pib enterrado, como se hace tradicionalmente, y con los ingredientes originales que son el pollo, puerco, huevito. Es el tradicional yucateco, nosotros elaboramos cada año”, señala.
Pib es una palabra maya que no solo sirve para denominar a los tamales, también refiere a un horno bajo tierra, es por ello que los alimentos que se cocinan en esas condiciones reciben este nombre, tal es el caso de la cochinita pibil.
La preparación del pib
La elaboración de este platillo típico de la gastronomía yucateca puede tardar desde dos horas o más y en el caso de los que ofrece Deysuky en el 23, los anuncia como pib y mucbilpollo, porque como se hacen en un horno enterrado, por lo que asegura que es prácticamente lo mismo.
Es uno de los platillos favoritos de los que ya partieron del plano terrenal y de quienes siguen gozando de la vida, porque sus particularidades hacen que la conmemoración del Día de Muertos tenga un sabor especial.
El pib es un tamal de gran tamaño, en una suculenta combinación de kool (una mezcla de salsas con maíz), que se rellena con una mezcla de carnes de pavo y cerdo, salsa de achiote con epazote y chile habanero.
Aunque la tradición de sus ingredientes originales perdura, cada cocinera o cocinero le pone su toque particular, como lo es el agregarle espelón, pero quienes quieren ser más extravagantes le añaden otros rellenos y se atreven a elaborarlo de jamón y queso o relleno negro.
“El Sol sale para todos, cada quien sabe su manera de elaborarlo, es verdad que si se van perdiendo las tradiciones, pero uno debe de tener en cuenta de que la tradición es así con estos ingredientes, pero si alguien desea hacer un invento de otra cosa también válido”, destacó.
La comerciante del Mercado 23 destacó que ofrecerá un precio de 250 el tamaño mediano, y que este año han mantenido el mismo precio para la preparación a base de pollo, puerco y huevito, mientras que los especiales que se hacen al gusto del cliente cuestan 50 pesos más.
Pese a que el pollo, el pollo y las verduras esenciales para la preparación del platillo han tenido un alza de precio, dijo que no habrá ningún, ajuste porque ya se han comprometido con varios pedidos como todos los años en el céntrico mercado de la ciudad.