CANCÚN, QR.- En Quintana Roo, a pesar de la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de no dejar obras inconclusas al término de su mandato, varios proyectos de infraestructura de gran envergadura continúan sin finalizar.
Entre los más destacados se encuentra el Puente Vehicular Nichupté, una vialidad urbana suspendida en pilas que conectará el centro de Cancún con la zona hotelera. Este puente, de 8.80 kilómetros de longitud, parte del bulevar Colosio y atraviesa el sistema lagunar Nichupté, desembocando en el kilómetro 12 del bulevar Kukulcán.
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El proyecto ha sido complejo, con un costo que inicialmente se estimó en 5,570 millones de pesos, pero que ha escalado hasta los 7,847 millones, un incremento del 40%. Según el informe trimestral de Avance Físico y Financiero del gobierno federal de junio, la obra había alcanzado un avance del 52.7% en esa fecha, y hasta ahora, la construcción ha progresado solo hasta un 65%.
Sin embargo, todavía no se ha avanzado en el segmento que cruza la laguna Nichupté, lo que ha generado dudas sobre su finalización antes del término de la actual administración federal.
El secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño, ha reiterado en diversas ocasiones que el puente estaría listo antes de que finalice el mandato de López Obrador, pero hasta el momento, esa promesa no se ha cumplido. A pesar del ritmo de trabajo, la conclusión del proyecto sigue siendo incierta.
Otro proyecto pendiente en Quintana Roo
Este no es el único proyecto que queda pendiente en Quintana Roo. La conexión entre el Aeropuerto Internacional de Cancún y la estación del Tren Maya también enfrenta retrasos.