FELIPE CARRILLO PUERTO, QR.- Tras tres meses de suspensión, las obras de Puerta al Mar fueron reanudadas por la empresa regiomontana La Silla, aunque el proyecto enfrenta una deuda superior a los 100 millones de pesos que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantiene con contratistas y proveedores desde hace casi un año.
El camino contempla 57 kilómetros totales, de los cuales 22 son de asfalto y 35 de piedra y cemento, con el objetivo de conectar a Felipe Carrillo Puerto con el mar a través de la antigua ruta ferroviaria de Vigía Chico, inaugurada en 1905 y utilizada hasta mediados del siglo pasado. Actualmente, 50 kilómetros ya están concluidos y los siete restantes muestran avances parciales.
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Desde el inicio de Puerta al Mar, tres mandos militares han dirigido la obra. El capitán ingeniero Baruch Hernández Chavarría fue el primero, pero fue removido tras reclamos de empresarios por la falta de pagos. Le siguió un teniente coronel de apellido Velasco, quien prometió cubrir adeudos al reiniciar las labores, sin cumplir. Actualmente, la responsabilidad recae en el mayor Apolo Castillo Cetina.

Ejidatarios exigían terrenos de Puerta al Mar
El proyecto de Puerta al Mar también se vio detenido por un conflicto con ejidatarios de Felipe Carrillo Puerto, quienes exigían la posesión de terrenos. La Silla resolvió el problema con un pago de un millón 500 mil pesos repartidos entre los 250 integrantes del núcleo agrario.
Empresas como AE Corrosión y Concretos Tancol han advertido que recurrirán a instancias legales para exigir los pagos pendientes. Incluso AE Corrosión planea solicitar el embargo de cuentas de La Silla, que mantiene deudas con varios contratistas.
En su Informe de Gobierno, la gobernadora Mara Lezama aseguró que Puerta al Mar quedará concluido en diciembre. No obstante, empresarios sostienen que sin recursos será difícil cumplir esa meta. El mayor Apolo Castillo pidió que la gestión financiera se maneje de manera institucional, mientras Sedena guarda silencio sobre los adeudos.
El futuro de Puerta al Mar dependerá tanto del avance físico como de la resolución de la crisis financiera que mantiene en incertidumbre a proveedores y contratistas.

