CHETUMAL.- En Quintana Roo, alrededor de 30 mil trabajadores sobreviven de las propinas que reciben, de acuerdo con la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem).

El líder de la organización sindical, Juvenal Reyes Marrufo, indicó que, como representantes de la clase trabajadora, siempre pugnarán por el bienestar y que, a través del secretario nacional de la Catem y diputado federal, Pedro Haces Barba, se están impulsando reformas para beneficiar directamente a los empleados.

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Detalló que se trabaja en modificaciones a la legislación laboral para cambiar la normatividad vigente, de modo que los trabajadores que dependen de las propinas puedan contar también con un sueldo fijo.

Esto, agregó, generará beneficios para los empleados de la entidad, pues se estima que más de 30 mil personas tienen como principal ingreso las propinas que reciben en sus centros laborales. Los trabajadores afectados laboran principalmente en restaurantes y hoteles.

Reyes Marrufo abundó que la mayoría de estos empleados llevan a sus hogares gratificaciones informales, pero consideró que las percepciones económicas son insuficientes. Además, destacó que, en muchos casos, aunque las propinas son ganadas por los empleados, son los sindicatos que pactan los contratos con hoteles o restaurantes quienes se quedan con la mayor parte de estos recursos.

Aseguró que el líder nacional de la Catem está impulsando una reforma en la que, además, se descarta que las propinas sean gravadas.

Las empresas también exigen propinas

En Chetumal, trabajadores del restaurante Vips se han inconformado porque la empresa les obliga a entregar el 40 % de sus propinas, sin importar si las reciben o no de los clientes.

Regularmente, los clientes suelen dejar un 10 % de propina por consumo. De esa cantidad, los meseros deben entregar el 40 %. Si por alguna razón los clientes no dejan propina o dan menos, a los empleados se les descuenta el 40 % sobre el 10 % como si lo hubieran recibido.

Esta situación obliga a los meseros a solicitar insistentemente la propina a los comensales, ya que, de todas formas, la administración les hace el descuento. En algunos casos, los montos faltantes son descontados directamente de su sueldo, lo que genera un constante movimiento de personal, como ocurrió en julio pasado.

Estas prácticas violan la legislación laboral, primero porque las propinas de los clientes no son obligatorias, y segundo porque descontar algo no normado es anticonstitucional.

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