CHETUMAL, QR.- Al menos 100 microempresarios han cerrado sus negocios para ir de obreros al Tren Maya, reveló el secretario general de la Unión de Comerciantes y Prestadores de Servicios de Chetumal, César Antonio Iuit.
El líder de los microempresarios señaló que la causa principal es la crisis económica que atraviesa Chetumal, de la que no se ha podido salir.
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Aunque mencionó que las obras del Tren Maya brindan una oportunidad para muchas personas, se trata de un trabajo temporal.
Tren Maya, un paliativo
“Lamentablemente la gente tiene que buscar dónde obtener recursos para salir con sus gastos, sobre todo con su economía familiar”, reconoció.
Pero enfatizó que: “se trata de un paliativo, no es la solución para el problema económico de la capital y menos para los microempresarios”.
La falta de programas de apoyo para las pequeñas empresas ha ocasionado que los negocios no sean redituables, pues además no hay generación de “economía”, es decir, de dinero circulante que es el elemento fundamental del que viven las microempresas.
De los aproximadamente 350 afiliados que se tenían antes del inicio de las obras del tren Maya, al menos 100 han migrado al proyecto ferroviario.
“Los 250 agremiados que restan están en endeudados con hasta 150 mil pesos y además en cartera vencida“, aseguró César Antonio Iuit.
Los negocios están cerrando y hay la posibilidad de que aún más lo hagan, aunque esperan que en diciembre puedan lograr dividendos para soportar sus compromisos financieros.
Consideró que independientemente de los trabajos que pueda generar la obra del Tren Maya en estos momentos, se corre el riesgo de que, a mediano y largo plazo, el proyecto termine de una forma similar al puerto de cruceros Costa Maya.
Se pensó como un proyecto impulsaría el desarrollo turístico del sur, principalmente a la comunidad de Mahahual, pero los prestadores de servicio de ese poblado son los menos favorecidos y ni que decir de los microempresarios.
Cruceros al alza en la Costa Maya
Cientos de cruceros atracan todos los años, pero los viajeros son llevados a puntos turísticos en específico, en donde sólo las grandes empresas resultan beneficiadas.
En el caso del Tren Maya se tiene que definir una estrategia para que la derrama económica también llegue a Chetumal y que beneficie a todos.
“Los visitantes tienen que bajar, caminar por Chetumal, comprar a las pequeñas o microempresas de lo contrario estamos condenados a repetir la misma historia”, concluyó.
