Las condiciones en el proceso de elecciones de magistrados y jueces del Poder Judicial de Quintana Roo son propicias para el abstencionismo.
El pasado 15 de enero el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) realizó la Declaratoria de Inicio del Proceso Electoral Extraordinario para las Personas Titulares de Magistraturas del Tribunal Superior de Justicia, del Tribunal de Disciplina Judicial y Personas Juzgadoras del Poder Judicial.
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La jornada de elecciones será el próximo 1 de junio, sin embargo, las condiciones son adversas para el Ieqroo, el presupuesto y el tiempo son los principales elementos en contra.
El instituto tiene que generar toda una reglamentación nueva para garantizar un proceso transparente. Está sujeto también a determinaciones y normatividad del Instituto Nacional Electoral (INE), pues se trata de una elección concurrente, lo cual implica coordinación también. Depende también de legislación secundaria del Congreso del Estado
Anticipadamente la presidenta del Ieqroo, Rubí Pacheco Pérez, señaló que la organización del proceso será austera, tomando en cuenta lo ocurrido con el recorte al INE y con el recorte al presupuesto 2025 del instituto local de 37 millones de pesos.
El Consejo General del Ieqroo asegura que sacará adelante la elección, que no inicia desde cero y que solo lleva una semana de retraso en comparación con un proceso local ordinario. Pero lo que aún no se dimensiona es que, salvo el día de la jornada electoral, 1 de junio, y los 30 días de campaña establecidos en el decreto, no cuentan con nada.
A diferencia de las elecciones ordinarias en este proceso, y en teoría, no se contará con la participación de los partidos políticos, que juegan un papel importante en la difusión, sobre todo en el periodo de campañas.
Al ser restringidos, se acorta la promoción de los candidatos. Además, tampoco habrá periodo de precampañas y el tiempo de campaña es de solo 1 mes (30 días).
En una elección ordinaria local los candidatos a diputados y a presidentes municipales cuentan con 45 días de campaña. Para gobernador es de 60 días. Todos tienen posibilidad de precampañas, según lo establecido en la normatividad electoral.
El Ieqroo solo contará con sus redes sociales y su página web para realizar promoción del voto. Los candidatos a jueces y magistrados, tiempos medidos en radio y televisión oficial. Si acaso, podrán participar en debates.
Pero resalta la incertidumbre de cuáles pueden ser sus propuestas para atraer al electorado, pues un juez y un magistrado tienen como principal función la aplicación de la ley o la impartición de justicia. No pueden prometer nada más allá.
El único que, en su caso, podría realizar compromisos es el magistrado presidente del Poder Judicial de Quintana Roo, pues su designación es política, pero su cargo no será sometido a elección. Heyden Cebada Rivas y la magistrada Ana Castillo, fueron salvados en esta ocasión.
A todo esto, hay que sumarle que se plantea reducir el número de casillas para que los ciudadanos emitan su voto. En la elección pasada ordinaria se instalaron dos mil 496 y para la elección de jueces y magistrados locales se prevé solo mil 143. El propio Ieqroo ha señalado que una de factores que generan abstencionismo es la insuficiencia de casillas y la distancia para llegar a ellas.
En Quintana Roo en los últimos años los porcentajes de participación y de abstencionismo no son nada halagadores, pese a toda la difusión posible por parte del Ieqroo; precampañas y campañas de candidatos; participación de los partidos políticos; esquemas normativos establecidos; y el número casillas electorales.
En el 2019 en el proceso ordinario para diputados locales, el porcentaje de participación fue de 22 por ciento, es decir, 78 de abstencionismo; en la elección de candidatos a presidentes municipales en 2021 el porcentaje de participación fue de 44 por ciento y 56 de abstencionismo; en el proceso electoral 2022 para gobernador, el porcentaje de participación fue del 40 por ciento y 60 de abstencionismo; y en el proceso 2024 la participación fue del 55 por ciento y 45 de abstencionismo. Este último se vio reforzado por la elección presidencial.
Payo Obispo
Los ciudadanos no tienen ni tendrán elementos para definir su voto. Primero porque la mayoría no está relacionada con el trabajo del Poder Judicial; segundo, porque ni siquiera ellos serán los que elegirán a los aspirantes y mucho menos a los candidatos.
La selección de los participantes en la contienda corre a cargo de los Comités de Evaluación de los tres poderes: Ejecutivo Legislativo y Judicial, los cuales tampoco tienen reglas confiables para tal fin.