CHETUMAL, QR.- Hasta la mamá de un bebé que fue internado ha sido víctima de las descargas eléctricas en el Hospital General de Chetumal. Las autoridades no han resuleto las deficiencias que estuvieron a punto de costarle la vida a un enfermero y siguen poniendo en riesgo al personal, pacientes y familiares.
M.N, enfermero que fue internado tras sufrir un choque eléctrico el pasado 23 de octubre, señaló que ya se reincorporó al trabajo y la situación del hospital no solo están igual, sino que ha empeorado.
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Indicó que el “incidente” que lo envío a la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) Chetumal, fue minimizado por las autoridades del nosocomio y de salud.
Mencionó que los trabajadores siguen padeciendo descargas eléctricas al utilizar equipo médico, principalmente en las tomas de oxígeno.
“Apenas el jueves por la mañana se volvió a reportar una persona afectada por la corriente eléctrica y por la noche del miércoles reportaron una fuga de oxígeno y que se mantuvo toda la noche, fue en el quirófano, imagínate”, informó.
El oxígeno es peligroso, pues con una chispa puede generarse una explosión. Lo grave agregó, es que hay un tanque de miles de litros que surte a todo el hospital.
Consideró que la situación mantiene en riesgo a los trabajadores del centro hospitalario, así como a pacientes y familiares.
“Una madre cuyo bebé fue internado en el hospital sufrió una descarga eléctrica, lo cual habla del grave problema que existe en las instalaciones, por fortuna no fue nada delicado, pero en cualquier momento puede pasar una desgracia que lamentar”, subrayó.
Mencionó que pese a lo delicado del hecho que le ocurrió ninguna autoridad del hospital o de la Secretaría de Salud se ha acercado a él, lo poco que se hizo fue a través del sindicato de trabajadores de la Secretaría de Salud.
Lo único que cubrió la dirección del Hospital a cargo de Liliana Esther López Torres, fue unos estudios ordenados por el cardiólogo y que no realiza la clínica del Issste de Chetumal.
“De ahí en fuera no ha pasado nada, pues además tuve que presión arpara que me realicen los estudios, lo cual solo fue posible luego de que amenacé con demandarlos”, manifestó.
Dijo que ha recurrido al sindicato para asesorarse por dos cosas. La primera por la situación del hospital, es decir, los trabajadores y ahora hasta familiares de pacientes se ven afectado y la segunda, para interponer una demanda.
Hay estudiantes y pasantes de medicina y enfermería que han sufrido las descargas y el problema sigue sin resolver.
En cuanto a la demanda, el jurídico del sindicato que dirige Barbaciano Sansores Matos, le aseguró que no puede demandar porque la ley establece que la parte patronal está obligada a reparar el daño y a él ya le pagaron estudios.
Aunque señaló que eso no es reparar el daño y por ello ha recurrido a un abogado externo y especialista en el tema laboral para proceder en consecuencia.
Pues resaltó que más allá de la reparación del daño, quiere sentar un precedente para que se busque una solución, porque reiteró muchas personas están en riesgo y la base laboral todos los días acude al hospital con miedo.
Además de que valora la posibilidad de interponer una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Reconoció que ha tenido el apoyo del sindicato, pero en cuanto a no interponer una demanda por riesgo de trabajo ante las autoridades competentes no concuerda, pues hay intereses de por medio.
Enfatizó que su vida estuvo de por medio como para no hacer nada al respecto, “soy una persona que hace ejercicio, voy al gimnasio, cuando me dio la descarga eléctrica llegó un momento que me estaba rindiendo, cualquier otra persona o quizá una mujer no lo hubiese contado”, consideró.
Otro problemas en el hospital de Chetumal.
Manifestó que el problema del hospital ya no puede seguir con este tipo de problemas, pues además de la madre del niño internado, la mamá de una de sus compañeras también sufrió una descarga de electricidad.
Al problema de la corriente eléctrica se le suma la situación en general del hospital, pues la demanda del servicio ya rebasó la capacidad de atención. Actualmente hay cerca de 90 camas y muchas de ellas están en áreas inadecuadas, es decir, hasta en los pasillos.
Tampoco hay medicamento, materia y equipo médico, “estamos hablando que no hay siquiera baumanómetros, vendas, jeringas y medicinas para atender las afecciones mas básicas, son los trabajadores que llevan su equipo y a veces tienen que apoyar a los pacientes de su propio dinero”.
Lo peor, aseguró, es que la directora del Hospital General de Chetumal, Liliana Esther López Torres, ya envío un oficio a la Coordinación del IMSS-Bienestar, a través del cual acepta estar rebajada por las deficiencias de las instalaciones y aunque pide ayuda, esta no ha llegado.
En el hospital el cableado eléctrico ha caducado, humedad, filtraciones de agua, plafones caídos, “con decirte que hay hasta hormigas y ratones”, reveló.
Confirmó que las autoridades médicas le querían hacer firmar hechos diferentes de cómo ocurrieron las cosas el día que padeció la descarga, de 110 watts por cerca de 20 segundos, aunque se negó y recurrió a medidas de presión, por lo que finalmente se corrigió el tema.
Hasta hace unos días solo se conocía el reporte de cuatro trabajadores con “incidentes” por la corriente eléctrica, ahora son incontables.