TULUM, QR.- El paso del huracán Beryl ha dejado consecuencias significativas para los pescadores de Punta Allen, especialmente para aquellos dedicados a la captura de langosta.
Aunque no se registraron daños en viviendas ni escasez de alimentos, la actividad pesquera fue severamente afectada.
Importancia económica de la pesca de langosta
La pesca de langosta en el estado representa una actividad económica de vital importancia, tanto para los pescadores como para el estado en general.
Esta actividad tradicional en muchas comunidades costeras, especialmente en la zona norte del estado, es una fuente vital de ingresos, donde a menudo es la única actividad económica viable.
Inicio y retraso de la temporada en Punta Allen
La temporada de pesca de langosta en Quintana Roo ya inició este año, desde el 1 de julio de 2024 y se extenderá hasta el 29 de febrero de 2025. Es importante destacar que la pesca de langosta en Quintana Roo está sujeta a vedas específicas para proteger la reproducción de la especie. La veda actual ya concluyó, por lo que los pescadores con permisos correspondientes pueden realizar su actividad durante la temporada establecida.
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Cinco días antes de la llegada del huracán, la Cooperativa de Pescadores Vigia Chico decidió suspender las actividades de pesca. Con el acercamiento de Beryl, el mar se agitó de manera constante, enterrando las trampas de langosta varios metros bajo la arena, lo que hizo imposible la captura del crustáceo. En aproximadamente tres meses se espera recuperar el nivel de producción.
Producción y exportación en Punta Allen
En Punta Allen, 96 personas se dedican a la captura de langostas. Cada mes, venden entre 200 kilos y media tonelada de producto, con un precio que oscila entre 500 y 600 pesos por pieza. La mayor parte de la langosta capturada se envía a Cancún para su exportación a Estados Unidos, aunque también llega a Europa, Asia y otras regiones del Atlántico.
Disparidad en la cadena de valor
A pesar de que la langosta de la Cooperativa Vigia Chico llega a mercados y restaurantes de lujo a precios elevados, los pescadores no reciben una remuneración justa. Los intermediarios ofrecen un máximo de mil 200 pesos por cada cola de langosta y 500 pesos por la parte superior, reflejando una disparidad en la cadena de valor del producto.
Impacto del clima en el mercado
La temporada de langosta que empezó el 1 de julio se vio atrasada por la constante entrada de mal tiempo y la llegada del huracán Beryl, generando un mercado caído. Ante el mal clima que impera en la entidad, las empresas comercializadoras han detenido las compras, generando una problemática atípica al inicio de cada temporada cuando ya se tenía incluso el precio establecido del producto.
Alternativas laborales durante la suspensión de pesca
Además, la pesca de langosta contribuye a la seguridad alimentaria de las comunidades costeras, proporcionando acceso a una fuente de proteína de alta calidad. También genera empleos indirectos en diversos sectores, como la construcción y reparación de embarcaciones, la venta de insumos pesqueros, el transporte y la comercialización del producto.
Durante el periodo en que la pesca está suspendida, los pescadores de Punta Allen deben optar por otros oficios para subsistir. Entre las alternativas se encuentran trabajos como mecánico, costurera, plomero, electricista o chalan en alguna obra. Estas actividades permiten a las familias obtener ingresos mientras se restaura la actividad pesquera.