CHETUMAL, QR- Con una meta de un millón 676 mil toneladas, la zafra 2023-2024 iniciaría la próxima semana, a más tardar, de acuerdo con la Unión Productores de Caña de Azúcar (Ulpca).
Evaristo Gómez Díaz, líder de la Ulpca, informó que en el periodo pasado de corte de la zafra dulce 2022-2023, se registraron pérdidas por diversos factores.
También te puede interesar: Dejan jornaleros la zafra por los rieles del Tren Maya; zafra, en riesgo
Del millón 650 toneladas previstas, sólo se pudieron cosechar un millón 180 mil toneladas, que pegó a las finanzas de los cerca de tres mil 200 productores.
Uno de los problemas que incidieron en la baja producción fue la escasez de personal para el corte de la caña, la obra del Tren Maya se llevó a muchos de los cortadores que se requerían para las jornadas en el campo para cumplir con la meta establecida.
Problemas de la zafra el año pasado
Sólo se pudo contratar a cerca de mil 400 cortadores de los dos mil 800 que se necesitaban para la zafra, es decir, el déficit fue del 50 por ciento promedio.
Se requiere la mano de obra, por eso se está buscando un acercamiento con la Secretaría de Gobierno (Segob) para establecer un programa de empleo temporal para personas de origen extranjero, en específico, de Centroamérica.
Enfatizó que previo al inicio de la zafra, sólo se tiene contratado a poco más del 50 por ciento de la mano de obra requerida.
De acuerdo con Gómez Díaz y el líder de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), Benjamín Gutiérrez Reyes, el pago de 154 pesos por tonelada de caña comenzó desde el 2 de noviembre y culmina el 15 del mismo mes.
Serán ocho mil 471 toneladas de la vara dulce las que ingresarán diariamente al ingenio San Rafael de Pucté para la molienda, y de no haber eventualidades se espera que el periodo de zafra concluya el 21 de mayo próximo.
Pese a la falta de personal, los tres mil 200 productores confían en lograr la meta establecidas con el Grupo Beta San Miguel.
Los cañeros también tendrán que enfrentar las condiciones climatológicas, las cuales han sido un factor fundamental en los últimos años y que les han impedido alcanzar las metas programadas.
En las comunidades de la ribera del río Hondo se cuentan con alrededor de 29 mil hectáreas de caña.