CHETUMAL, QR.- La entidad enfrenta desafíos importantes para aprovechar el crecimiento económico a través del “nearshoring”, que implica contar con las condiciones suficientes para atraer la Inversión Extranjera Directa (IED), de acuerdo con la investigación elaborada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El “nearshoring” sería una opción para mejorar sus indicadores financieros y de calidad de vida.
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Dicho estudio fue realizado en colaboración con la Fundación Friedrich Naunman (FNF) y que con base en 15 indicadores, enmarcado en cuatro rubros principales: Mercado Laboral, Disponibilidad de insumos básicos, Infraestructura y Marco regulatorio.
Entre las observaciones para Quintana Roo es que la Población No Económicamente Activa (PNEA) es superior a la disponible, o desocupada, como parte de la Población Económicamente Activa (PEA), el primero es superior al cinco por ciento y el segundo de alrededor del tres por ciento.
La PNEA integra todas aquellas personas que tienen edad para trabajar, pero que por alguna razón no colaboran o no les interesa participar en la economía, mientras que la PEA es la población en edad de trabajar que participa en la economía y que puede estar sin trabajo, pero buscando emplearse (tasa de desocupación).
La suma de ambos rubros integra lo que se conoce como Fuerza Laboral Potencial.
Para las empresas inversoras hay un interés en este indicador, pues de ahí depende en parte conseguir la plantilla laboral para el establecimiento de sus negocios.
A esto hay que sumarle que sumarle niveles de informalidad, una forma de medir este rubro es a través de los ingresos, de acuerdo con la investigación, pues mientras más bajo sea este indicador se traduce como menos capacitación y calidad en el trabajo.
Quintana Roo está por debajo de los 10 mil pesos mensuales y hay estados, como Baja California que están por arriba de los 13 mil.
El talento humano es un atractivo para los IED: mientras que algunos estados del norte, como Monterrey, tienen arriba del 40 por ciento en especialización laboral de su PEA, en el caso de Quintana Roo es de alrededor del 30 por ciento.
Se contempla también la cantidad de escuelas de nivel medio superior y aunque la entidad tiene un promedio de 400, solo un mínimo porcentaje cuenta con carreras técnicas.
La condición de los servicios de vivienda, agua y luz de igual manera es de interés para los inversores, pues todo ello representa una ventaja para el establecimiento de empresas.
El estudio reveló que en Quintana Roo más de 10 por ciento de las viviendas particulares tiene hacinamiento, es decir, un cuarto es habitado por más de tres personas, en contrate con entidades como Nuevo León, Aguascalientes y Jalisco, en donde es menos del tres por ciento.
De todos los indicadores, Quintana Roo solo destaca en la disponibilidad de transporte público, pues tiene más de cinco mil unidades por cada millón de habitantes. Entidades como Durango y Chihuahua poseen menos de 500 por cada millón de habitantes.
Quintana Roo forma parte de los estados con los costos más altos de energía eléctrica, es decir, con más de mil pesos por megawatt-hora.
En la entidad hay una alta demanda de agua para uso industrial, pues más de la mitad del volumen del agua está concesionado para dicho uso, pero está dentro de las 11 entidades federativas con menor disponibilidad en el país, con menos de mil metros cúbicos por habitante, lo cual representa un reto para evitar que sea obstáculo de desarrollo de actividades productivas y de crecimiento económico.
En lo que respecta al marco regulatorio, en la entidad alrededor por ciento de los empresarios consideran que representa un obstáculo para el establecimiento de negocios.
¿Qué es el “nearshoring”?
El IMCO lo define como la relocalización de las cadenas productivas desde otros lugares del mundo hacia países con cercanía geográfica y representa una oportunidad para México de ampliar sus relaciones económicas con países cercanos.
Sobre todo con aquellos países con los que el país tiene acuerdos comerciales. Actualmente son 14 tratados con 50 naciones que pueden impulsar el “nearshoring”.
Esto es a través de la IED en los estados con potencial de crecimiento y que cuenten con las condiciones necesarias para la inversión.
Nuevo León, Sinaloa, Aguascalientes y Coahuila son las que cuentan con las mejores condiciones para el “nearshoring”, de acuerdo con los indicadores, mientras que Guerrero y Oaxaca los que presentan los mayores desafíos en el país.