CHETUMAL, QRoo.- Verificadores de la Dirección de Protección Contra los Riesgos Sanitarios de la Comisión Federal para la Protección Contra los Riesgos Sanitarios (Cofepris) estuvieron a punto de detener las actividades del Congreso del estado en la sede alterna que se improvisó en el Centro de Convenciones, al revisar que no se cumplen con las medidas de sana distancia, sanitización y prevención para evitar la propagación del Covid-19.
“Mira, mira, ¿ya ves?, ahí lo están diciendo”, fueron las palabras de uno de los verificadores de la Dirección de Protección Contra los Riesgos Sanitarios de la Cofepris cuando escuchó, en la transmisión por Internet de la sesión, la advertencia del presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Martínez Arcila, quien solicitaba a los presentes ayer lunes en la noche, guardar la sana distancia.
Los cuatro elementos que se apersonaron en la sede alterna del Poder Legislativo en uno de los salones del Centro de Convenciones, quisieron entrar a la sala donde se celebraba la sesión número 32, sin embargo, el personal de resguardo del propio Congreso les impidió el paso.
De acuerdo con el personal de la Cofrepris, hubo una denuncia anónima que advertía que en el Centro de Convenciones las y los legisladores no seguían las medidas de higiene adecuadas ni se mantenía la sana distancia, además de que hacían falta elementos para la sanitización de zapatos, ropa y gel suficiente en accesos y salidas.
Los verificadores ingresaron fácilmente pues no había nadie que resguardara el acceso al Centro de Convenciones. La entrada a este lugar es usada principalmente por personal de la Agencia de Proyectos Estratégicos del estado (Agepro), cuyas oficinas se encuentran en la planta alta del sitio. Es personal de esa Agencia la que distribuye alcohol en gel, coloca un tapete sanitizante y solo emplea una pistola vaporizadora para personal que se dirige a sus oficinas.
Al personal del Poder Legislativo que ingresa por ese acceso sólo se le entrega gel y se limpian las suelas del calzado para ingresar al lugar habilitado como salón de sesiones. En los accesos interiores nadie distribuye gel ni toma las medidas adecuadas de prevención.
Hay entre 80 y 100 personas reunidas en la amplia sala que, a pesar de contar con espacios suficientes, en su interior no se guarda la sana distancia e incluso hay legisladores que se quitan el cubrebocas como ocurrió el lunes con Ana Pamplona (PT), Gustavo Miranda (PVEM) y Alberto Batún (Morena).
Los verificadores de Cofepris detectaron que hay sillones colocados en el vestíbulo en donde el personal del Congreso, entre asesores, secretarios técnicos y demás personal, se apoltrona sin dejar espacios vacíos para evitar los contagios. También revisaron los sanitarios y las áreas comunes, algunas de las cuales no deben ser utilizadas y tienen que estar, dijeron, “encintadas” para evitar las reuniones.
“Este es el Poder Legislativo, los diputados no pueden dejar de sesionar ni aunque esté el semáforo en rojo”, le argumentó el subsecretario de Servicios Legislativos -quien esta ocasión no repartió dulces ni acomodó sillas como suele hacerlo- Benjamín Vaca, al coordinador de verificadores, quien le refutaba los argumentos.
El personal de la Cofepris le hizo ver que son varias las medidas que se violan en este momento en el que la pandemia va en franco crecimiento y el funcionario del Poder Legislativo le respondió -según personal de la Cofepris- que hay un acuerdo emitido por los legisladores en el cual se prevén las medidas -que no se aplican- para que sólo ingrese el personal estrictamente necesario, lo que tampoco ocurre.
A los minutos salió a la defensa de los trabajos del Congreso el diputado Fernando Chávez que, con la actitud envalentonada que lo caracteriza, encaró a los verificadores quienes reiteraron que no se están cumpliendo las medidas requeridas. El personal de la Agepro también buscó sus propias justificaciones, como el hecho de que no hubiera nadie que cuidara el acceso porque en ese momento “había ido a prender la luz”, dijo una de las encargadas a los verificadores.
Estos últimos no tuvieron éxito en su intento por ingresar al salón de plenos y revisar las condiciones en las que se desarrollan los trabajos y al final, todo quedó en una llamada de atención para que se empleen las medidas necesarias para evitar contagios.