Hace unos día llego a mis manos una obra denominada “Epistolario” de Plinio el Joven, obra que data de entre el año 100 y el 113 d.C.

En dicha obra, se hace un recuento de las primeras epístolas o cartas de información política que datan del siglo V a.C. entre el general Pausanias y el rey Jerjes I, respecto de la boda política de la hija del rey persa.

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Después de ellas, las más relevantes son entre Platón y Sócrates, siguiendo con las comedias de Plauto entre los siglos III y II a.C.

Ya a finales del siglo II a.C., subsisten cartas de Publio Cornelio Escipión (el africano) con diversos generales para informar de sus avances sobre Aníbal.

Sin embargo, existen pocos epistolarios con tan vasta información como el de Cicerón con más de 900 documentos; el de Seneca y el mismo Plinio, en los que se da una clara muestra de las decisiones y acontecer de la vida política de esa época.

Sin embargo, ese epistolario tan bien conservado por Plinio, el amigo y abogado del emperador Marco Ulpio Trajano, no estuvo exento de ser censurado.

Según diversos historiadores, sus primeras obras fueron censuradas por los descendientes de los Flavios, dado que el imperio de Domiciano fue una verdadera tiranía por lo que algunos interesados en desaparecer esa historia lo hicieron a través de la destrucción de los escritos de Plinio.

Lo mismo pasó con las epístolas del ex cónsul y ex senador Plinio, ya que se presume que a raíz de la traición de Adriano a su tío Trajano, la censura de dichas obras se debió a que Trajano sospechaba de sus más cercanos.

Esta obra, que ha servido de base para innumerables autores de la historia de Roma, hoy es nuevamente importante debido a que, aun cuando la tecnología nos permite enviar mensajes cifrados y con autodestrucción, siempre quedará huella digital de las decisiones y comentarios entre partes, pero aún, pueden ser utilizadas como instrumento político o judicial en contra de emisor digital receptor.

El epistolario actual

Hoy en día, tenemos gobiernos que dirigen los rumbos de sus gobernados en un tuit, o personas que son calumniadas por la estructura gubernamental a raíz de una captura de pantalla. Hoy, la epistolario es menos elaborado en su estructura y contiene emojis, pero es igual de efectivo.

Sin lugar a dudas, hoy que vivimos en la era digital y nos jactamos de la modernidad, nada ha cambiado de los tiempos remotos. De esas cartas que marcaron el inicio del calendario Juliano.

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