Tal como si se tratar de la obra “Lisístrata” de Aristófanes, presentada cerca del 400 a. de JC en la Grecia Antigua, la oposición se cierra a cualquier tipo de relación con los legisladores emanados de la #4taTransformación, así como de cualquier iniciativa que el Poder Ejecutivo haga llegar al Legislativo; solo que en esta ocasión no se trata de poner fin las guerras del Peloponeso, sino de intentar hacerle un hueco a la alianza Juntos Hacemos Historia con rumbo a las elecciones de 2024.

Y es que hace unos días, los presidentes de los partidos de oposición recientemente derrotados en la elección del 5 de junio en la cual la alianza del gobierno de Andrés Manuel López Obrador logró llevarse 4 de 6 gubernaturas por amplia goleada, anunciaron que se unirán nuevamente en un acuerdo denominado “Moratoria Constitucional”, con el único y claro objetivo de frenar las acciones legislativas que impulse la #CuartaTransformación desde ya y hasta la elección de 2024.

También te puede interesar: Opinión: La #4taTransformación se impone en crecimiento y participación

En tal acuerdo signado por Marko Cortés, dirigente del PAN; Jesús Zambrano, presidente de lo que queda del PRD, y el rey de los audios, Alejandro Moreno, presidente de los pedazos del PRI que aún subsisten, manifestaron que con éste van a hacer frente a la #4taTransformación en cualquiera de sus propuestas legislativas.

Moratoria por acuerdo, vergonzosa

Dicho acuerdo es lamentable y por demás vergonzoso, toda vez que la principal función de los legisladores, sean de oposición o no, es la de legislar y actualizar el marco jurídico mexicano partiendo de nuestra Carta Magna a las leyes federales y de allí a las legislaturas del los Estados, para homologar todo el cuerpo normativo de México y ser un país gobernable y con un Estado de Derecho actualizado.

El ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y de la Fepade, Santiago Nieto, expresó su rechazo a tan ilógico acuerdo desde el punto de vista Constitucional, desde el cual dicho concepto simplemente es inexistente.

En este sin-sentido, el plasmar un acuerdo para hacer una huelga de piernas cruzadas, no es aplicable en este caso concreto; dado que la elección y selección de los legisladores en su totalidad conlleva un contrato implícito de mandato, en el que los votantes, es decir el pueblo, son los mandantes y los legisladores electos los mandatarios, por lo que dicho acuerdo a todas luces rompe con los valores de la democracia y el principio de representación política.

Lo que no nos queda claro es para qué fueron entonces electos sus legisladores, si para cumplir con su función Legislativa para la que fueron votados o para hacer lo que sus líderes digan, sin importar los ciudadanos y su derecho a un poder legislativo eficaz.

Así pues, transita la vida política de un México en el que legisladores de oposición se unen en una huelga de piernas cruzadas, mientras el país trata de sobrevivir a sus políticos detenidos en el pasado que siguen enquistados allí, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, diría Joaquín Sabina.

Google News