La situación de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo) se complica. Francisco López Mena está disfrazando su intención de mantenerse en la rectoría, más allá de esta administración estatal, bajo el argumento de una falsa autonomía.

La casa de estudios es autónoma desde su creación, aunque su intención es quitar al gobernador en turno la facultad de proponer a los integrantes de la Junta Directiva (órgano de gobierno responsable de elegir a los rectores cada cuatro años) para que sea el propio rector quien los elija y de este modo tener garantizada su reelección para cuatro años más.

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La siguiente elección se daría en el año 2023, cuando ya se tenga un nuevo gobernador.

Ante esta situación, López Mena se está preparando para hacer un cambio que le garantice su permanencia al frente de la casa de estudios, debido a que para ese tiempo él ya no cumpliría otra vez los requisitos, debido a que, por reglamento, el rector no puede tener 70 años.

Está armando una supuesta consulta interna dentro de la Uqroo para que, en apariencia, los alumnos y trabajadores manifiesten su opinión, pero de la misma nadie sabe nada.

Bajo el agua

Todo lo está manejando en secreto para que se entere la menor cantidad de personas y pueda manipular el proceso de acuerdo a sus intereses y los de gobernador Carlos Joaquín que, lejos de hacer algo en beneficio de la universidad, la tiene en el olvido.

El argumento de la supuesta lucha por la autonomía de la Uqroo queda sin fundamento al revisar el artículo 7 inciso II de la Ley Orgánica, que dice:

“Dotarse de las normas necesarias y suficientes a su autogobierno, que estará basado en el orden legal, en la participación representativa; ponderada y responsable de los universitarios y en la opinión razonada de la sociedad y del Estado”.

Es decir, la casa de estudios tiene desde su fundación la autonomía para las decisiones internas y la elección del rector se da en apariencia por la Junta Directiva, pero todos saben que es a propuesta del gobernador en turno, por lo que López Mena al quitar la facultad al gobernante de elegir a los integrantes de la misma, garantizaría su permanencia, es decir, él elige a quienes lo van a elegir. ¡Qué bonito!

En el Registro Nacional de Universidades Públicas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la casa de estudios aparece como Universidad Autónoma de Quintana Roo.

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Apoyo del gobernador

En la propuesta que López Mena plantea en el documento llamado: “Nuestra Autonomía, es el momento de recuperar el espíritu fundacional”, que el gobernador Carlos Joaquín, en apoyo a la independencia, está dispuesto a renunciar a la facultad de nombrar a la mayoría de los integrantes de la Junta Directiva, como si a él le perteneciera la Uqroo y no a los quintanarroenses.

De este modo, López Mena propone que cada cuatro años la Junta Directiva, que sería integrada por nueve integrantes, de los cuales él nombraría cinco, se encargará de  coordinar la formación de una Comisión Especial que constará de miembros del Consejo Universitario, del Patronato y del Consejo Social, cuyo objetivo será proponerle a esa junta la terna para la designación del rector. Él mismo elegirá a la mayoría de los integrantes de estos órganos.

Recordando las palabras del propio López Mena el día de su toma de protesta como rector de la Uqroo (el 15 de agosto de 2019), se tomó en serio aquello de que la recibió como “regalo de cumpleaños” del gobernador y al parecer ahora quiere hacerlo, pasando por encima de los quintanarroenses para favorecer los intereses del rector también de origen yucateco, como el propio Carlos Joaquín González.

Payo Obispo

Este domingo se estrenó nueva legislatura federal que tiene a cinco representantes de Quintana Roo:

  • Laura Fernández Piña, aquella que aprobó la ley Piña que criminaliza el aborto en Quintana Roo
  • Anahí González, quien no sabe ni pronunciar los nombres de las comunidades que representa en la Cámara
  • Alberto Batun Chulim, quien no pudo ni siquiera conseguir la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) del Congreso del Estado y quiere defender a la entidad en la Cámara Baja
  • Juan Luis Carrillo Soberanis, otro de los que rindió protesta como legislador federal, quien ha brincado del PRI al PVEM y terminó como fiel servidor de Carlos Joaquín
  • Santi Montemayor Castillo, quien llegó por una cuota de género y solo se le recuerda por ser la comparsa de PAN en XV legislatura local

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Así nuestros representantes en la Cámara de Diputados Federal.

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