Michel Muñoz | R360
Ciudad de México, México.- Con casi mil 250 programas e icónicos personajes de la talla de El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado, Chespirito es reconocido como uno de los comediantes más influyentes del siglo XX.
Gómez Bolaños fue bautizado como Chespirito por el director Agustín P. Delgado, quien lo consideraba como un Shakespeare pequeño, gracias a sus dotes literarios. Fonéticamente se pronuncia “Chekspir”, pero al volverlo diminutivo nació el icónico apodo de Chespirito.
De estudiante de ingeniería a comediante
Roberto Gómez Bolaños estudió ingeniería mecánica en la Universidad Nacional Autónoma de México, aunque nunca se graduó. Sus padres fallecieron cuando él era niño y jamás pudieron ver el éxito de su hijo.
Antes de crear los personajes que por décadas quedarían en la memoria colectiva de México y Latinoamérica, Chespirito fue creativo publicitario y guionista para Viruta y Capulina durante la década de 1950 y 1960.
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En 1968, la cadena Telesistema Mexicano le concedió media hora semanal en su parrilla, con lo que nació el programa con el que debutaría como actor, Los supergenios de la mesa cuadrada.
Ya en la década de 1970 nació el programa Chespirito, con el personaje Chapulín Colorado y dos años más tarde, El Chavo del Ocho.
Los personajes de Chespirito
El Chavo del Ocho
Un niño inocente que vive en el departamento número 8 de una vecindad. Es huérfano y mal alimentado, pasando la mayoría del tiempo dentro de un barril. Una de las situaciones más recurrentes del programa era que, cada vez que le preguntaban su verdadero nombre, dónde vivía o con quién, alguien lo interrumpía.
En su programa muestra una crítica social hacia el estilo de vida de la clase media mexicana, y su tipo de humor con doble sentido como bandera, era digerible tanto para niños como para adultos.
Algunas de sus frases más famosas fueron: “fue sin querer, queriendo”, “bueno, pero no se enoje”, “al cabo que ni quería”, “eso, eso, eso, eso”, “se me chispoteó” y “es que no me tienen paciencia”.
El Chapulín Colorado
Superhéroe mexicano que cuenta con pocas cualidades. El programa nació como una parodia de las series estadounidenses como Superman o Batman. Se caracteriza por ser débil y torpe, pero logra enfrentar los problemas con sus armas como el chipote chillón, las pastillas de chiquitolina, la chicharra paralizadora o las antenitas de vinil.
Además de su uniforme rojo, una situación recurrente en el programa es que El Chapulín Colorado atrapaba a los inocentes y dejaba ir a los culpables, pero al final todo se arreglaba gracias a otra persona o a un accidente, y los criminales eran capturados con méritos para el superhéroe.
Entre sus frases más distintivas estaban: “no contaban con mi astucia”, “síganme los buenos”, “se aprovechan de mi nobleza”, “lo sospeché desde un principio”, “que no panda el cúnico” y “todos mis movimientos están fríamente calculados”.
Doctor Chapatín
Es un doctor que no escucha bien, algo necio y agitado. Se caracteriza por traer una bolsita de papel en la que guarda los sentimientos negativos, aunque en la mayoría de las veces suele ser sarcástico.
El Doctor Chapatín siempre intenta sacar mucho dinero a sus pacientes e incluso se le vio fumar dentro de consultorio, el cual se asemeja a un consultorio médico del México de la década de 1950 y 1960.
Frases más famosas: “¡insinúa que soy viejo!”, “hay que operar inmediatamente” y “ya me dio cosa”.
El Chanfle
Utilero del Club América, un hombre honesto que tiene problemas económicos y se hace expulsar de un partido para presenciar el parto de su esposa, después se vuelve entrenador infantil del equipo.
Las dos películas de El Chanfle fueron producidas por Televicine y reunieron a la mayoría del elenco de El Chavo del Ocho, como Florinda Meza, Carlos Villagrán, Ramón Valdés, María Antonieta de las Nieves, Édgar Vivar y Rubén Aguirre.
El Chómpiras
Un ladrón que nunca pudo robar debido a su personalidad algo torpe. Su nombre verdadero es Aquiles Esquivel Madrazo y tiene como secuaces a El Peterete, El Botija y El Cuajinais.
Las frases más famosas del Chómpiras fueron: “tómalo por el lado amable” y “para que le digo que no, si sí”.
El legado de Roberto Gómez Bolaños
Según el diario Excélsior, en 1975 la serie El Chavo del Ocho era vista por más de 350 millones de televidentes. Desde 1990 y hasta la 2011, por lo menos 20 países tenían al programa en su emisión habitual.
Programas como El Chavo animado, serie de animación basada en El Chavo del Ocho, un libro, un musical, aplicaciones móviles y hasta un videojuego para la consola Nintendo Wii, son sólo algunos de los spin-offs que dejó uno de los programas más reconocidos de la televisión.
Nació el 21 de febrero de 1929 en la Ciudad de México y falleció en Cancún el 28 de noviembre de 2014, a sus 85 años y con más de 50 años activo de carrera, los cuales lo posicionaron como uno de los comediantes más exitosos y queridos de México y Latinoamérica.
