David Acosta | R360
Chetumal, QRoo.- Formalmente ha sido “cerrada” la frontera con Belice a través de los dos puentes de acceso ubicados en la comunidad de Subteniente López, ante la emergencia sanitaria por Covid-19. Sin embargo se dejó un punto ciego: La Unión. A través de este poblado ribereño, última civilización con el país centroamericano, todos los días cruzan residentes beliceños o indocumentados sin ningún control.
La facilidad de cruce de ciudadanos beliceños o de indocumentados a través de esta parte del esta comunidad que se encuentra en el extremo del río Hondo no es nueva. Es uno de los puntos vulnerables que siempre han sido criticados por la falta de vigilancia y en donde también las actividades de contrabando se han acrecentado.
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La Ribera del Río Hondo está integrada por alrededor de 18 comunidades, mismas que se encuentran en riesgo de acuerdo a la delegada del poblado de Rovirosa Enriqueta Cruz Naranjo, pues no hay ningún filtro sanitario.
Habitantes de diversas comunidades han externado su preocupación y han solicitado un filtro que cubra desde el poblado de Ucum hasta la Unión, sobre todo luego de la aparición de casos positivos de coronavirus en el país centroamericano.
Tras el “cierre” de la frontera por parte de Belice el pasado 21 de marzo, motivado por la emergencia sanitaria, se ha visto aumentado el flujo vehicular en la ribera del río Hondo, de hecho llegan taxistas a dejar gente proveniente de Playa del Carmen, Cancún y Campeche. Muchos de ellos para continuar con sus actividades de cruce de mercancía de manera ilegal u hormiga.
La zona también está cercana a la frontera con Guatemala, por lo que también se convierte en paso de indocumentados de esa nacionalidad, incluso de hondureños, no solo a través de La Unión sino de otras comunidades como Francisco Botes y Rovirosa.
En el caso de La Unión conecta directamente con la localidad de Blue Creek, del Distrito de Orange Walk.
En la zona hay poca vigilancia de los tres órdenes de gobierno. En ocasiones se colocan retenes militares y policiacos. La Policía Rural es casi invisible para el espacio de terreno que debe vigilar.
Asimismo, ante la suspensión de actividades económicas en el norte del estado, principalmente, personas que cuentan con familiares en la ribera del río Hondo están retornando, sin ningún control sanitario por lo que también representan un riesgo.
La zona se encuentra en crisis tras suspenderse la zafra 2020 de forma anticipada ante la sequía que azotó el año pasado. La situación podría alarmarse, de no atender a la brevedad la situación. Incluso a través de redes sociales se ha dado cuenta del olvido en materia de control sanitario durante esta contingencia sanitaria.
La preocupación mayor es que los centros de salud y hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que se encuentran en la región, no cuentan con los medicamentos, insumos e infraestructura suficiente para hacer frente posibles contagios.
La Unión se encuentra a cerca de 110 kilómetros y a 01:30 horas de la capital del estado, tiene cerca de mil 300 habitantes. Sin embargo las 18 comunidades de la ribera del Río Hondo aglutinan a más de 15 mil pobladores, que en su mayoría se dedican a la actividad de la caña de azúcar.
