Crónica: Covid-19, una llamada de atención a la humanidad

- Advertisement -

Xcaret Torres | R360

El 31 de diciembre de 2019, se reporta un virus desconocido en Wuhan, China. Para estas fechas la mayoría nos preparábamos para darle la bienvenida al 2020, un año que muchos esperábamos fuera mejor que el 2019 ya que estuvo lleno de varios hechos que nos marcaron, desde el incendio en la catedral de Notre Dame de París hasta nuevos récords de calor por el calentamiento global. Por todo esto y más, me atrevo a decir que muchos pensamos que el 2020 no podría ser peor.

Es 17 de Marzo del 2020 y para ahora ya es muy claro que en tan solo 3 meses del año ya se puede decir que definitivamente este año es peor que el anterior. Este 2020 empezó con un golpe tras otro. El virus fue creciendo desde diciembre de 2019, pero nadie le prestó la suficiente atención. Trump al borde de causar una tercera guerra mundial, Australia en llamas, erupción de un volcán nivel 4 en Filipinas, paro nacional de mujeres en México. Todo el mundo estaba ocupado con sus propios problemas. Fue solo cuando el coronavirus empezó a afectar a países de Europa cuando el mundo en realidad prestó atención a esta amenaza. Poco a poco se fue paralizando el mundo, así causando una serie de eventos que afectaron a cada uno de nosotros.

- Advertisement -

También te puede interesar: Quintana Roo no reporta casos positivos de Covid-19 del Hospital General

Era un jueves 12 de marzo cualquiera. Me encontraba comiendo mi almuerzo en la Universidad Anáhuac Cancún en una de las bancas que se encuentran por la cafetería, checaba mi Instagram como normalmente lo hago cuando como solo, cuando de repente me cruzo con la publicación que me hizo darme cuenta que este virus nos afectaría mas de lo que pensaba. Esa publicación era del equipo de Fórmula 1 de McLaren donde se reportó que un miembro del equipo dio positivo al Covid-19. Como un fanático de la Fórmula 1 fue inevitable pensar que la carrera seguiría sin importar lo previamente mencionado. Muy ingenuo de mi parte, ya que solo fue cuestión de horas antes de que el Gran Premio de Australia fuera cancelado. Eran suficientes malas noticias por el día. Me fui a casa, analizando la situación en los 60 kilómetros que recorro diario de Playa del Carmen a Cancún. Pensaba en los posibles alcances de esta amenaza. Por algún motivo, ahora que estaba más consciente de este virus, me sentía con calma, cuando probablemente hace 3 años estuviera pensando que este sería el fin del mundo y estaría enloqueciendo. Este día no termina aquí, ya que horas más tarde, me encuentro con una publicación de Billie Eilish, donde anuncia que va a posponer sus conciertos lo que resultó en que inmediatamente me dirigiera al cuarto de mi hermana, ya que teníamos boletos para asistir a su concierto en Mayo. Obviamente, esto nos hizo tener una plática acerca de este virus y de lo que creemos que probablemente pasaría en los próximos días. Mi hermana se preguntaba si cancelarían las clases, a lo cual yo con seguridad le respondí que máximo le daba una semana antes de que nos cancelaran clases; algo que resultó ser verdad, ya que para el lunes 20 de marzo ya nos habían notificado que las clases presenciales serán suspendidas y partir del 23 de marzo empezaremos con la modalidad virtual. 

Lunes 20 de marzo soy despertado por mi papá con una invitación a Dairy Queen para ir por un helado con mi familia. Eran las 4 pm, ya que la noche anterior salí con mis amigas. Una terrible decisión y muy irresponsable de mi parte debido a las circunstancias.  Fue a partir de aquí donde mi papá decidió entrae en modo cuarentena. Mientras disfrutamos de nuestro helado, mi hermana y yo, mi papá nos dijo que a partir de ahora no podíamos salir como lo hacíamos antes y más que nada a mi hermana le intentó explicar la importancia de quedarnos adentro, algo que para ella es más difícil visualizar y entender, ya que solo tiene 14 años y a ella solo le importa estar con su novio. Por otro lado estaría mintiendo si no admitiera que las reglas de mi papá también me molestaron un poco, pero completamente entendía sus motivos. Yo solo quería ver a mis amigos y salir en mi moto, pero eso tendría que esperar por ahora. Por el otro lado estaba feliz de que iba a poder pasar un poco más de tiempo en casa con mi familia y por fin poder terminar de desempacar mis cosas en mi cuarto, ponerle audio a mi carro, y así muchos pendientes que por falta de tiempo no había podido completar. O al menos eso pensaba hasta la mañana del miércoles.

Miércoles 18 de marzo a las 8:30 am, despierto con el alivio de no tener que despertarme 2 horas antes de clase y manejar 60 kilómetros en una carretera llena de gente que no sabe manejar. Prendo mi laptop y abro la aplicación de Zoom. Mientras me meto a mi clase en línea y meto el código que nos había proporcionado nuestro maestro 5 minutos antes por un grupo de WhatsApp. Es inevitable pensar que definitivamente todos estamos viviendo momentos muy raros que probablemente marcarán a nuestra generación de alguna forma. Entro a mi clase y todo va muy normal, pareciera que ya todos hubiéramos hecho esto antes. Nadie se sentía tenso o preocupado por la situación. Fue solo cuestión de minutos antes de que nos empezáramos a mandar mensajes, unos cuantos causando risas entre nosotros donde a veces aguantarnos la risa era más divertido que el mismo chiste. Obviamente, muchos de nosotros grabamos parte de la clase para después compartirlas en nuestras redes sociales. Esto fue interesante ya que esto me permitió apreciar cómo cada uno de mis amigos y familiares pasaba por esta experiencia de clases en línea. Dan las 11:30 am y es tiempo de entrar a mi otra clase. Aún se me hace gracioso decirle a mis padres que voy a clase y dirigirme a mi cuarto, no se siente congruente. Mi clase acabó una hora después, poco sabía que no saldría de mi cuarto en todo el día por trabajos de escuela. 

- Advertisement -

Creí que el tener clases en línea y quedarme en casa sería algo divertido y que lo disfrutaría mucho. Esto siendo otra de las muchas cosas de las que estaba equivocado acerca de este virus. Las clases en línea son padres, pero creo que eso es solo por ahora porque es algo nuevo para todos. En realidad sí que extraño asistir a clase, algo que completamente admito que no apreciaba lo suficiente antes. Así como esto, creo que hay muchos de nosotros que estamos reflexionando de las pequeñas libertades que el Covid-19 ahora nos ha arrebatado. Algo tan simple como salir con tus amigos o salir a dar un paseo.

A una parte de mí le alegra que este virus haya sucedido. En estos tiempos, la gente no se toma el tiempo para tomarse un suspiro y por un momento voltear y ver lo que está sucediendo a su alrededor. Mucha gente aún sigue negando el inevitable fin de nuestra especie que nosotros mismos nos estamos causando. Para mí, esto es una llamada de atención a la humanidad por parte del planeta Tierra, ya que al parecer no hemos entendido con anteriores acontecimientos. Espero que algo bueno salga de esta situación y nos una más como humanos.

- Advertisement -
Michel Muñoz
Graduado de la Universidad Claustro de Sor Juana en la Licenciatura en Comunicación Audiovisual.Ha colaborado en medios de noticias y entretenimiento, como Los Ángeles Press, Quinta Fuerza e Immo Magazine.Especialista en periodismo de investigación, videojuegos, música, cine y cultura pop.Colabora en Ruptura 360 como autor principal de la sección Periodismo de Servicio.

Quizá te pueda interesar

Síguenos

4,785FansMe gusta
14SuscriptoresSuscribirte
spot_img

Lo más leído