David Acosta / R360
CHETUMAL, QRoo.- La mayoría llevaba máscaras coloridas, uno hasta con cuernos, y no se les permitía ingresar a las instalaciones del Congreso del Estado, solo por ser un grupo de adoradores del “pancracio” que llegó a pedir apoyo para mantener e impulsar la tradición de la lucha libre en Quintana Roo.
Los nueve gladiadores de la lucha libre pidieron hablar con la hija de la ex presidenta municipal de Benito Juárez, Magaly Achach. La legisladora Candelaria Ayuso Achach salió del recinto legislativo cuando se daba lectura al punto 10, otro exhorto a la Secretaría de Marina para instalar una capitanía de puerto en la Laguna de Bacalar.
Candy, como le dicen de cariño sus amigos a la legisladora, regresó al recinto en compañía de los integrantes de la quinta generación de lucha libre, en la historia de Quintana Roo.
El objetivo de los gladiadores, lograr apoyo para que este deporte de los cuadriláteros sea impulsado en el estado, incluso a través de escuelas de formación.
La legisladora sostuvo una plática con Mistérico, Flor Caribeña, Misterioca, Rey Nocturno, Geisu, Saori, Muerte Infernal, Planetario 2000 y Kratoz, quienes le entregaron un documento.
En ese momento, Candy, famosa por patrocinar eventos de halterofilia, se sacó de la manga proponer una iniciativa de decreto para declarar a la lucha libre patrimonio intangible del estado. Sin embargo, aunque en una tarjeta traía la propuesta, no la presentó en esta sesión ordinaria número 17, la cual, como ya es costumbre, empezó tarde. Los luchadores perdieron en el cuadrilátero del Congreso, en una sola caída.
Mientras tanto, afuera, en el lobby del Poder Legislativo, otra lucha ocurría entre doña Marthita y su andadera: a paso lento, le permitía llegar apenas a visitar a los diputados para ofrecer y entregar encargos de encurtidos.
De igual manera un grupo de mujeres aguardaba en espera de ser atendidas para recibir o tramitar apoyos, una de ellas amamantaba a su hija de pie, pues no había sillas para los visitantes.
Un escenario poco común se presenciaba también en el vestíbulo. Dos niños vestidos con traje de futbol, color azul, verde y blanco, jugaban a dominar la pelota… ¡sin el balón!, pero con mucha imaginación, mientras aguardaban a su mamá por los trámites que acudió a realizar. Otro más pequeño, observaba.
En el recinto legislativo, al finalizar la sesión, que incluyó dos exhortos al Ejecutivo Federal, uno para que se implementen acciones contra el sargazo y otro, para acceder a los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales por las afectaciones del alga marina, los diputados se tomaron la foto con los luchadores, quienes solo se llevaron la imagen como un inmerecido trofeo a su petición.
