David Acosta | R360
Jesús Alberto Capella Ibarra, “El Rambo tijuanense”, solo recibió unas balas de salva en lo que se suponía sería una sesión de fuertes cuestionamientos. Su facilidad de palabra y agilidad para desviar las respuestas dejó a los diputados de la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil de la XVI Legislatura, como novatos.
Escoltado por dos patrullas y unos 10 elementos, el titular de Seguridad Pública en Quintana Roo arribó a la sede del Poder Legislativo en punto de las 09:45 horas. En el sitio ya lo aguardaban más de 15 mandos policiacos que se acomodaron en la sala de usos múltiples destinada para los reporteros.
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Bajó de su camioneta Chevrolet Tahoe, blanca y blindada, vestido con camisa blanca, corbata, con cuatro estrellas en los hombros, además de insignias al frente, su placa y nombre. Vestía pantalón azul y sin su gorra de policía, que de acuerdo al reglamento no debe portar, por respeto, al ingresar a los edificios institucionales.
De inmediato un cúmulo de reporteros lo abordaron, serio, balbuceó unas palabras, una pregunta fue lanzada durante su avance: ¿Cuál es el origen de los recursos para la recompensa que anunció (de un millón de pesos? Contestó: Lo que quieran después de la comparecencia.
El ex comisionado de Seguridad Pública de Morelos se dirigió a las oficinas del presidente de la Junta de Coordinación Política y Gobierno, Edgar Gasca Arceo. Sus escoltas lo protegían, al tiempo de que se dio la instrucción a los elementos de seguridad del Congreso del Estado que ningún reportero pasara al área de cubículos, de acceso público generalmente, para no importunar a Capella Ibarra, hasta que iniciara la comparecencia y de nueva cuenta por riguroso “goteo” (ingresa un periodista y sale para que entre otro).
La comparecencia que estaba planteada a las 10:00 horas inició con más de media hora de retraso. El presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil del Congreso del Estado, el morenista Luis Fernando Chávez Zepeda, fue el primero en doblar las manos con su introducción.
Correspondió al oriundo de Tijuana exponer y ampliar la información de la glosa del Tercer Informe de Gobierno. Su presentación digna de un “showman”, como lo bautizara el ex diputado Emiliano Ramos Hernández, prueba fehaciente del buen manejo de las herramientas digitales por parte de su personal que le cuida su imagen, que no es su director de Comunicación Social.
Durante su exposición, que duró más de una hora, expuso a los diputados cifras, datos, videos e imágenes que según, dijo, son muestra del avance en el trabajo de seguridad en los 10 rubros que impulsa desde el 26 de septiembre del 2018 que tomó el mando.
La habilidad de convencimiento de Capella Ibarra se observó en diversas ocasiones. Primero daba cifras de reducción de los índices delictivos y luego remataba con un “a pesar de los avances, no estamos ni medianamente satisfechos con los resultados”.
Utilizaba palabras que posiblemente ningún diputado entendía como “paradigma”, que repitió más de 50 veces durante su discurso, cuando se refería a cambio de estrategia, acciones, conductas o políticas públicas.
Los 20 diputados que se dieron cita en la Sala de Comisiones Constituyentes del 74 observaban a detalle la exposición muy vistosa, llena de gráficas, imágenes y videos, marketing al 100.
Llegada la ronda de preguntas y respuestas los diputados mostraron falta de conocimiento y pericia se notó en algunos casos, y en otros, como en el caso de Lily Campos, se enredó varias veces en sus intervenciones.
La situación pasó a otro nivel hasta por la desorganización a la hora de las preguntas de los legisladores; el rostro de Capella Ibarra cambió y pareciera que fue el aviso de que estaría a salvo.
Euterpe Gutiérrez Valasis, Hernán Villatoro Barrios, Roberto Erales Jiménez y José Luis Guillén, fueron los que lanzaron las únicas balas que finalmente resultaron ser de salva, sobre todo en los altos índices delictivos y por la percepción de la inseguridad en Quintana Roo, que de acuerdo a la última encuesta del INEGI, 8 de cada 10 ciudadanos en el estado se sienten inseguros. Los demás legisladores con preguntas a modo y comentarios de apoyo, incluida la experimentada ex alcaldesa de Solidaridad, Cristina Torres.
Aunque Capella Ibarra negó responder cuánto se eroga mensualmente en el helicóptero “Águila 1”, en entrevista posterior dijo que dos millones de pesos mensuales.
Reconoció que la recompensa de un millón de pesos no tiene sustento legal y es un acuerdo con el gobernador, Carlos Joaquín González, y la disposición en caja de la Secretaría de Finanzas y Planeación. No hay decreto de por medio según el Periódico Oficial del Estado.
Pocos diputados no estuvieron de acuerdo con sus cifras y algunos no solo quedaron convencidos, sino que ofrecieron apoyo incondicional.
Erales Jiménez le hizo ver la ilegalidad de la contratación de su gente de confianza traída de otro estado y Hernán Villatoro Barrios, visiblemente molesto por los datos fuera de la realidad, concluyó con la última frase de la comparecencia: “Señor secretario, si no puede con el cargo, renuncie”.
La comparecencia de Capella Ibarra duró poco más de cuatro horas, tanto que se pospuso la del titular de la Secretaría de Ecología Medio Ambiente (SEMA), Alfredo Arellano Guillermo, agendada a las 14:00 horas, que fue prácticamente de mero trámite: Los cuestionamientos se enfocaron al sargazo, contaminación y programas de protección a los recursos naturales. No era para menos, pues la reunión fue encabezada por Tyara Schleske de Ariño, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático, y una de las que más ha faltado a su labor legislativa.
Para finalizar las actividades del martes, se realizó la sesión ordinaria número 7 de la XVI Legislatura, los temas principales fueron la aprobación de exhorto al Servicio de Administración Tributaria (SAT) para que no se vulneren los derechos a la vivienda de los habitantes de la colonia Nuevo Progreso de Chetumal. También ingresó una iniciativa para establecer la educación gratuita en Quintana Roo.
